Qué son las quemaduras solares, cómo evitarlas

El sol es vida, y tomarlo puede ser muy beneficioso para tu salud (relaja, renueva tu energía…). Pero has de hacerlo de forma adecuada, con el tiempo y la protección necesaria.

Qué son las quemaduras solares

Las quemaduras solares son una consecuencia negativa de éste, esas agresiones que, en ocasiones, produce el sol sobre la piel.

Aparecen en forma de herida de color rojizo brillante que puede llegar a molestar e incluso doler con el roce. En casos más graves, la quemadura puede producir inflamación sobre la zona afectada, e incluso se pueden llegar a formar ampollas excesivamente dolorosas.

A diferencia de la que se produce con fuego, la quemadura solar no aparece inmediatamente, sino que tarda un tiempo en salir tras la exposición al sol. En realidad, una quemadura de este tipo significa que en el cuerpo se ha producido una agresión y la melanina (sustancia que permite que te pongas moreno/a y que, además, protege tu piel) no la ha conseguido repeler.

Has de tener en cuenta que aunque el día esté nublado, los rayos de sol pueden quemarte, así que has de protegerte con la misma intensidad que cuando hace sol.

Cómo se clasifican las quemaduras solares

little girl sleeping on beachNo todas las quemaduras son iguales, y cada una ha de ser atendida de diferente manera. A continuación cito los dos tipos más comunes y su importancia:

Quemaduras solares de primer grado

Son las más superficiales. A pesar de ser muy inflamatorias, no destruyen los estratos profundos de la piel. Este tipo de lesiones producen enrojecimiento, hinchazón y dolor, síntomas que suelen ceder al cabo de dos o tres días. Transcurrido ese tiempo, ocasionan a veces una descamación de la epidermis (los típicos pellejos que indican que la piel está regenerándose de nuevo).

Quemaduras solares de segundo grado

Estas pueden dar lugar a la aparición de ampollas porque son más agresivas. Al contrario que las de primer grado, afectan por completo a la capa más superficial de la piel, la epidermis, pero también lesionan la dermis, que está por debajo.

Al cabo de unos días, las ampollas terminan por resecarse y se desprenden. Sin embargo, hasta que la piel empieza a regenerarse ha de pasar, por lo menos, una semana.

Cómo evitar las quemaduras solares

Y para finalizar, unos cuantos consejos en relación a evitar este tipo de quemaduras:

  • Cúbrete la cabeza cada vez que te expongas al sol, y más si tienes el pelo seco o careces de él.
  • Evita las horas de exposición solar más peligrosas: de 12 de la mañana, a 16 horas de la tarde.
  • Aplícate crema solar con factor de protección adecuado a tu tipo de piel (pregunta a tu farmacéutico/a si no estás seguro/a de cual debes adquirir).
  • Bebe agua constantemente mientras estés bajo el sol para mantener tu piel hidratada.
  • Toma el sol de forma paulatina, no más de diez o quince minutos los primeros días.

Extrema todas estas precauciones cuando se trata de niños, y recuerda que los bebés jamás han de exponerse a la luz solar directa.

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