Cualquiera que sea diabético sabe qué es la glucosa. Nos referimos a la glucosa o azúcar en sangre cuando nuestro torrente sanguíneo transporta azúcar a nuestras células para suministrarles energía.
¿Qué es la glucosa?
Etimológicamente la palabra glucosa proviene del griego gleucos –que significa mosto, vino dulce – y el sufijo –osa, que viene a decir azúcar. Fue acuñada por primera vez en francés por Dumas en 1839.
Cuando usamos la palabra azúcar en sangre para referirnos a la glucosa es un error muy común, pues en realidad estamos hablando de otra cosa muy distinta. La glucosa es un tipo de azúcar que genera nuestro cuerpo, gracias a la ingesta de alimentos – mayormente hidratos de carbono – que transforma nuestro cuerpo en energía para nuestras células.
Podemos encontrar muchos alimentos ricos en glucosa, principalmente en comidas que lleven azúcar – como en los postres y repostería industrial -, pero también en verduras como la zanahoria, en las patatas o en la pasta. Como se puede observar, no todos los alimentos que nos pueden proporcionar glucosa tienen porqué ser dulces.
¿Cómo utiliza nuestro cuerpo la glucosa?
Para que la glucosa cumpla su función en nuestro cuerpo, además de obtenerlo de distintos alimentos es necesaria la función renal y hepática, responsables de transformar esos azúcares en glucosa.
Pero para que todo este proceso se lleve a cabo, es necesario que la insulina – una hormona generada por el páncreas – esté presente cuando el nivel de glucosa en nuestra sangre sea elevado, para, de este modo, dar comienzo a todo el proceso.
Nuestro cuerpo utiliza la glucosa generada de manera muy ordenada. Cuando hay una cantidad sobrante de glucosa y no es usada por nuestras células, estas pasan trasformadas en glucógeno a nuestro hígado y músculos.
Este proceso denominado glucogénesis transforma en grasa corporal todo el glucógeno innecesario y sobrante. Si ingerimos muchos azúcares e hidratos de carbono con asiduidad, nuestra tasa de glucosa en sangre será elevada, debido, en gran parte, al exceso de peso y a la acumulación de grasa.
Esto a la larga también puede derivar en problemas más serios como la diabetes.
Niveles de glucosa en sangre
El nivel de glucosa en sangre se puede medir en milimoles por litro – mmol/l – o miligramos por decilitro – mg/dl -.
El nivel de glucosa a lo largo del día se mantiene de manera constante – entre unos 72 o 145 mg y 4 o 8 mmol – pero todo esto cambia, pues sube a la hora de las comidas y baja por la mañana o cuando desayunamos.
Los niveles de glucosa en nuestra sangre dependen de diversos factores como la edad o cuánto tiempo se lleva con la enfermedad si se es diabético. Por norma general, el nivel óptimo que se recomienda tener es entre 70 a 100 mg/dL.
Hipoglucemia y hiperglucemia
Excederse o estar por debajo de los niveles recomendados de glucosa en nuestra sangre también pueden acarrear diversas enfermedades como la hiperglucemia o la hipoglucemia.
La hiperglucemia deriva un mal funcionamiento de nuestro organismo, además de un alto contenido de glucosa en nuestra sangre y una baja producción de insulina. Los síntomas que puede producir la hiperglucemia son cefaleas, fatiga, pérdida de apetito o ganas de ir al baño con frecuencia.
Por otra parte, la hipoglucemia puede causar diabetes debido al bajo contenido de glucosa en nuestra sangre, además de un mal funcionamiento del hígado, riñones y páncreas. Se produce también por beber alcohol de forma excesiva o no ingerir suficientes hidratos de carbono.
Los síntomas de la hiperglucemia son sudoración, ansiedad, ritmo cardíaco acelerado o palidez.
Una vida saludable y buena alimentación
Como es frecuente en todas las enfermedades, llevar una vida sana y tener una dieta equilibrada son las bases para controlar nuestros niveles de glucosa.
Hablamos de una buena alimentación cuando se ingieren alimentos ricos en hidratos de carbono, proteínas con bajo contenido en grasa y, sobretodo, muchas frutas y verduras.
Junto a una vida saludable, y las vistas periódicas a nuestro médico, es esencial para poder controlar de manera correcta la glucosa en sangre.