El ombligo (del latín umbilicus y el griego ómphalos), es una de las partes anatómicas más características del ser humano. Esta cicatriz tan peculiar nos hace distintos al resto de seres vivos, siendo esencial desde el momento que somos creados. Sin embargo, no sirve para mucho más que la realización de un par de pruebas, una vez hemos nacido y ha cicatrizado.
El ombligo es importante cuando el feto está formándose en el vientre de la madre; gracias al cordón umbilical, el embrión puede recibir los nutrientes y el oxígeno necesario para desarrollarse durante el periodo de gestación.
Así pues, también es una zona valiosa para la realización de fetoscopias. Esta técnica permite extraer sangre del cordón umbilical del futuro bebé, para realizar analíticas fetales.
Cuando un bebé nace, los médicos son los responsables de cortar el cordón umbilical, dejando en nuestro cuerpo una marca o cicatriz en la zona del abdomen que, pasados unos días, se transforma en el ombligo. Esta marca permanece durante toda la vida y, dependiendo de cómo se haya cortado el cordón umbilical, el ombligo puede variar de aspecto y tamaño.
Actualmente, el cordón umbilical es muy apreciado en tratamientos terapéuticos como lo son ciertos tipos de leucemia, u otras enfermedades futuras. Por otra parte, el ombligo es útil para las laparoscopias, un procedimiento médico que proporciona la observación de la cavidad pélvica abdominal, gracias a una lente óptica.
Cuna de bacterias
La región umbilical puede resultar de muy poca consideración, pero es un lugar al que tenemos que prestarle toda nuestra atención; la falta de higiene puede derivar la aparición de infecciones o hernias umbilicales.
Asimismo, en nuestro ombligo habitan todo tipo de bacterias y microorganismos: los estafilococos presentes en nuestra piel, el Bacillus, responsable de combatir contra virus y hongos, o los Micrococcus, encargados de nuestro olor corporal.
A pesar de ser una zona que encierra muchos misterios, aún es imposible saber con certeza cuántos tipos de bacterias habitan en su interior. Los investigadores trabajan con el fin de averiguar qué tipos de bacterias son las más comunes en nuestro ombligo, y cada vez se sorprenden más al conocer datos como que algunas de ellas habitan también en el mar.
El cordón se cae sólo al pasar unos días ¿Realmente el corte que se realiza a unos 5 centímetros puede tener algo que ver en la cicatriz de despues? No entiendo porqué..