Un embarazo ectópico (del griego ek, que significa fuera y topos, lugar) se da cuando el óvulo fertilizado se crea en otro lugar fuera del útero. En la mayoría de los casos, el óvulo se establece en las trompas de falopio, razón por la cual también se conoce como embarazo tubárico.
Si el embrión comienza a formarse en el lugar equivocado puede poner en peligro la vida de la mujer, por lo que es recomendable seguir un gestograma para poder ser más precisos a la hora de saber el estado de la embarazada, y evitar así problemas mayores.
Embarazo ectópico: Síntomas
Los principales síntomas son los mismos que pueden experimentarse en un embarazo normal, con lo que es difícil dar con un diagnóstico más preciso. Sin embargo, el más representativo es padecer dolor punzante en el abdomen, el cual nos hace ver que estamos ante un caso de embarazo ectópico.
En cualquier caso, acudir a nuestro médico de confianza será la mejor opción para poder enfrentarnos a tiempo a este tipo de complicaciones.
¿Cómo puede diagnosticarse?
En primer lugar, nuestro médico nos pedirá un análisis de orina. Si diese positivo, se pasaría a un análisis de sangre, para comprobar que los niveles de gonadotropina criónica (hCG) son apropiados. En los embarazos normales, los niveles de hCG suelen aumentar de manera rápida, al contrario que en los embarazos ectópicos.
Como por norma general este tipo de anomalías no suelen percibirse a partir de la sexta semana de gestación, es aconsejable hacer exámenes periódicos para tener a raya los niveles de hCG, con el fin de evitar que se agrave el estado de la paciente.
Otra prueba a realizar son los ultrasonidos, con los cuales se explora la zona con más detenimiento para poder tratar esta complicación antes de que sea demasiado tarde.
¿Cómo puede tratarse?
Para poder llevar a cabo un tratamiento contra el embarazo ectópico, es prioritario detectar esta anomalía a tiempo. El proceso es simple, suministrando a la embarazada metotrexato en las primeras semanas de gestación.
Este fármaco se encarga de detener el embarazo, y permite que el cuerpo lo reabsorba pasado un tiempo.
En casos cuya evolución del embarazo es más complicada, hoy en día se acude a la cirugía laparoscópica. Tras esta operación, hay que llevar un control de los niveles de hCG,
con tal de evitar aún más problemas, y así borrar cualquier atisbo del embarazo.
Hay que tener en cuenta que es muy importante tratar a la embarazada a tiempo, pues de otro modo la mujer podría correr el riesgo de morir.