Beber agua es importante para nuestra existencia. El principal motivo es evitar la deshidratación, pues nuestro cuerpo lo necesita para funciones tan vitales como sudar, vomitar u orinar.
Gracias a los electrolitos que contiene el agua, nuestro organismo se mantiene equilibrado sin sufrir ninguna alteración. Cuando hay una falta de agua y electrolitos en nuestro cuerpo empiezan a aparecer síntomas como sequedad en la piel, aumento de la sed y, en casos muy extremos, el coma o la muerte.
Todos los días introducimos a nuestro organismo unos 2300 ml de agua mediante alimentos, líquidos y la que nuestro propio organismo genera. Por otra parte, desechamos la misma cantidad por medio de la orina, la respiración, el sudor y las heces.
La falta de agua en nuestro organismo provoca principalmente deshidratación, pero también pueden destacarse otros síntomas como somnolencia, mareos, pérdida de apetito o cansancio.
Tomar agua mineral y natural es muy recomendable. Cuando ingerimos agua de este tipo, nos beneficiamos de sus propiedades, ya que al ser extraída de la naturaleza y sin ningún tratamiento químico nos aporta los mismos minerales y sabor, gracias a que no se altera su composición.