¿Te sientes apagada/o y sin vitalidad? De ser así estás pidiendo a tu cuerpo más de lo que le das a cambio. Los siguientes consejos te ayudarán a cargar las pilas y mantener la energía en tu día a día.
1. Desayuna bien
La primera comida del día debe ser abundante y digestiva. A ser posible que contenga vitamina C dado que su carencia provoca fatiga e irritabilidad. Desayuna, por ejemplo, una naranja o un kiwi en compañía de unos cereales. Diversos estudios afirman que incluirlos en esta comida los últimos reduce el nivel de cortisol, la hormona del estrés. Uno de los cereales más completos es la avena.
2. Bebe un vaso de agua cada dos horas
La costumbre de beber un vaso de agua cada dos horas te alejará de la deshidratación leve que se manifiesta con la sensación de cansancio.
3. Aprovecha la medicina natural
Ten siempre a mano plantas como la melisa o el romero capaces de relajar, tonificar, reconstituir…
4. Frutos secos como tentempié
Los frutos secos te aportan ácidos grasos esenciales, minerales y vitaminas del grupo B, que interesan sobre todo en momentos de debilidad. Puedes comerlos solos o entre medias de un yogur desnatado.
5. Si te comen los nervios… ¡disfruta la fruta!
Si estás inquieta/o y continuamente te asaltan las ganas de comer dulces puede que tu organismo necesite serotonina. El plátano puede ser un gran aliado en tal caso, así como también la fruta de temporada. Cuanto más próxima sea la fecha de recolección mayor es su contenido en nutrientes esenciales, por lo que la hormona de la felicidad estará garantizada.
6. Aumenta la reserva de vitamina B
En épocas de estrés y cansancio el cuerpo «tira» a expensas de sus reservas de vitamina B, lo cual te deja agotada/o y tu sistema nervioso queda desprotegido. una buena forma de paliar con esto es añadir levadura de cerveza a tu dieta (en guisos, cremas, salsas, ensaladas…). Ésta ayuda a transformar el triptófano que contiene en serotonina, la hormona de la felicidad mencionada en el anterior punto.
7. Come a menudo
Protege tu sistema nervioso manteniendo los niveles de glucosa en sangre estables, optando por alimentos con un índice glucémico bajo como pueden ser las legumbres o los cereales integrales. El organismo absorbe la glucosa de estos alimentos de forma lenta, garantizando su distribución de forma constante, sin hipoglucemias que te dejan «por los suelos».
8. El poder de la alcachofa
En el estado descrito al inicio de este post el organismo suele producir demasiadas toxinas que se acumulan y generan más cansancio. En estos casos conviene ofrecerle una ayuda extra al órgano encargado de depurarlas: el hígado. La alcachofa es una hortaliza altamente depurativa que puedes consumir dos y tres veces por semana tanto cocida como asada. No la hiervas demasiado y añade hortalizas de otro color como el tomate o la zanahoria. Sumarás así más sustancias antioxidantes a tus platos.
9. Come espinaca y gana vitalidad
La espinaca es un alimento estrella contra la tristeza por su contenido en hierro, ácido fólico y vitamina C. Procura tomarla cruda, en ensalada, con tal de no perder nutrientes. Si no te queda más remedio que cocinarla, hazlo durante pocos minutos. En este otro artículo puedes conocer 10 beneficios de la espinaca.
10. Muévete
En último lugar un hábito tan importante como el resto: moverse. A ser posible al aire libre. Actividades simples como caminar, correr o pasear en bicicleta te fortalecerán física y mentalmente. Además, si lo haces con buen tiempo te beneficiarás del sol, un energizante natural que te ayudará a sentirte mucho más viva/o.
Muy buen post iRe, aquí va otro truco y es aprovechar el regaliz si te entra hambre entre horas. Masticar un poco de él ayuda a calmarla sin aportar casi calorías. Además que tiene un gran efecto anti estrés. ¡Te mando un achuchón!
De acuerdo con todo !!!!! excepto la parte de moverse…….mucho o con un poquito alcanza ???. Cariños me encantó el post
Me voy por la última! A moverse, desde hace 3 semanas estoy saliendo a correr todos los días, veremos como nos va.
Muy interesante. Amiga como soy de todo este tipo de practicas no puedo decir otra cosa de tus consejos salvo que son muy acertados. Si bien es cierto que no los practico todos (yo y la verduras tenemos una relación de amor/odio cuando menos interesante), si incluí en mi rutina diaria buena parte de ellos y puedo asegurar que funciona.
Cuando me puede la ansiedad: Plátanos; Cuando me bloqueo escribiendo: salgo a pasear; Para empezar bien el día: Cereales y zumo de naranja…
Y así suma y sigue. Consejos útiles y fáciles de llevar acabo.
Un saludete Ire.