Así como los cítricos, las uvas, el kiwi o los yogures desnatados cuidan de tu sistema inmune aportando muy pocas calorías a tu dieta, alimentos como el chorizo o la carne de cerdo son altamente perjudiciales para tu cuerpo.
Embutidos
Además de demasiadas grasas saturadas y colesterol, los embutidos contienen una cantidad considerable de conservantes, sustancias tóxicas porque, en exceso, son capaces de saturar el sistema inmunitario.
Aperitivos salados
Absolutamente todos los snacks que puedes ver en la imagen superior (y cualquiera que te venga a la mente al verlos) tienen un elevado aporte calórico, pero la cosa no acaba aquí; este tipo de alimentos proporcionan demasiadas grasas trans, sal y aditivos, por lo que no te convienen para cuidar tu sistema inmunitario.
Azúcar, golosinas, pasteles…
El exceso de azúcar debilita las defensas. Tan solo 100 gramos bastan para disminuir a la mitad la capacidad de los glóbulos blancos para destruir las bacterias. Así que ya sabes, dulces, los justos.
Cereales refinados
También todos los alimentos elaborados con sus harinas, que son muy calóricos y al no estar completos carecen de muchas de las sustancias fitoquímicas beneficiosas para tu salud. Opta por el arroz, la pasta y el pan elaborados con harinas integrales.