El salmorejo es una crema típica de Córdoba que destaca por ser una receta de lo más económica, saludable y versátil. Se puede tomar como plato principal, acompañamiento de un segundo o salsa.
Su intenso sabor se debe a sus ingredientes principales: el tomate, el aceite de oliva, la miga de pan, el ajo y la sal. Todos ellos alimentos característicos de nuestra valiosa dieta mediterránea.
Salmorejo: Sus ingredientes
Respecto a su valor nutritivo, varía según su elaboración. Si nos basamos en los ingredientes del salmorejo cordobés:
- El aceite de oliva virgen extra, nuestro oro líquido, contiene grasas saludables y antioxidantes (polifenoles y vitamina E), que por su excelente perfil de ácidos grasos cardiosaludables, contribuyen a prevenir enfermedades cardiovasculares y proteger el organismo de factores externos.
- La miga de pan incorpora los hidratos de carbono complejos necesarios para un aporte energético equilibrado y da consistencia al plato.
- El tomate, por su parte, aporta vitaminas, minerales y antioxidantes, vitamina C y licopeno, muy recomendables para la protección y cuidado del organismo.
- El ajo ejerce un efecto vasodilatador que favorece la circulación.
- La sal contribuye al equilibrio de líquidos en el organismo. Sin embargo, se debe moderar su consumo en casos de hipertensión y retención de líquidos, especialmente en esta época del año.
Un plato muy light
Es difícil determinar su aporte calórico, principalmente porque dependerá de la cantidad y el tipo de los ingredientes con que se prepare. Las proporciones aprobadas por la Cofradía del Salmorejo Cordobés son: 1 kilo de tomate, 200 g de pan, 100 g de aceite de oliva virgen extra, 10 g de sal marina y 5 g de ajo, y otros ingredientes añadidos como el huevo duro picado, el pepino, el pimiento o la cebolla.
Aunque mucha gente piense lo contrario, el salmorejo no engorda; 100 gramos aportan unas 117 kcal, lo que hace que sea ideal para una dieta hipocalórica. En el caso de querer disminuir las calorías, se puede reducir la cantidad de ingredientes o de sal, según sea necesario.
Si añadimos la mitad de aceite, obtenemos un salmorejo “light” de unas 86 kcal, muy adecuado en casos de obesidad y sobrepeso y, en general, para cuidar la línea.
Nunca he sido muy fanático del salmorejo, hoy en día las grandes superficies y tiendas te los venden ya hechos y su sabor deja mucho que desear, pero habrá que probar a hacerlo siguiendo las ‘normas’ de la cofradía cordobesa, a ver si así cambio de opinión con tal de tener una dieta equilibrada y aprovecharme de las bondades de este famoso plato andaluz.
¡Saludos!
Mi plato favorito del verano 😀 Sin ánimo de hacer publicidad, el de Alvalle está bueno (aunque alguna partida les sale más espeso o con menos sabor… dependerá del tomate que usen).
Pero el hecho en casa es un vicio… y fácil de hacer, todo al vaso batidor y hale, sin pelar los tomates ni nada. La miga mejor si es de un buen pan redondo.
Los «toppings» (para que veáis que la cocina moderna ya la dominábamos aquí siglos atrás), además de los habituales tacos de jamón y el huevo cocido, también es muy resultón el bacalao ahumado.
¡Que aproveche!