«¿Qué ceno hoy?» te habrás preguntado en más de una ocasión. Has de saber que el refrán «Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo» es totalmente cierto, ya que cenar mucho obliga al estómago a realizar un trabajo extra que dificulta el sueño. No obstante, también debes tener en cuenta que es tan malo cenar de más, como de menos. Si optas por cenar una fruta o un yogur, a mitad de la noche el hambre te despertará o, cuanto menos, estarás inquieto/a en la cama.
También debes saber que, como mínimo, tienes que acostarte dos horas después de cenar. De lo contrario, tu organismo acumulará grasa durante la noche. Además, no descansarás igual.
Y antes de pasar a la lista de alimentos que mejoran tu descanso, te recuerdo que no debes cenar fritos (croquetas, empanadillas…) – ni probar el picante – dado que alargan mucho la digestión y no te permiten tener un sueño plácido.
Qué debes cenar
Tus aliados para descansar y relajar tu sistema nervioso cada noche son aquellos alimentos que contienen:
Triptófano
Aminoácido que contribuye a sintetizar melatonina y serotonina, sustancias que intervienen en la inducción del sueño. Lo encontrarás en la carne, los lácteos, el pescado y frutas como el plátano.
Magnesio
Mineral alcalino presente en cereales integrales, legumbres y frutos secos, que contribuye en la formación de serotonina y relaja tus músculos.
Vitaminas B1 y B6
Perfectas para combatir el estrés, están presentes en los copos de avena, la levadura de cerveza o el germen de trigo.
Conclusión
Resumiendo, si quieres descansar más durante las noches, proponte añadir uno o varios de estos alimentos a tus cenas:
- Patatas cocidas
- Almendras
- Nueces (un eficaz somnífero natural)
- Huevo (con proteínas que inducen a la relajación y el descanso)
- Cereales integrales
- Avena
- Plátano (gran relajante muscular)
- Cerezas
- Infusiones como la manzanilla o la pasiflora
Como mexicano de malas costumbres alimentarias, durante mucho tiempo hice justo lo contrario a lo que recomiendas. Por lo que puedo decir que ahora que estoy más en la línea que aquí comentas realmente se sienten las diferencias. Sobre todo con los cereales y las infusiones. 🙂
Leyendo esto y a la vez comiendo unas cerezas. Esta noche seguro que duermo plácidamente.