¿Eres consciente de que los pensamientos negativos pueden acabar con tu salud produciéndote enfermedades físicas? Deja de ser excesivamente crítica/o contigo o con los demás y disfruta del positivismo.
A diario te pueden asaltar pensamientos como «nunca saldré de tal problema», «me veo incapaz de resolver esto» o «he hecho fatal aquello y no me lo perdono», capaces de bloquearte física y psicológicamente, sobre todo si eres autoexigente, sueles criticar a los demás o te dejas arrastrar por el pesimismo generalizado.
Si crees que si no tienes la suerte de haber nacido optimista no tienes nada que hacer, déjame decirte que te estás equivocando. Cualquier día puedes aprender a escoger conscientemente pensamientos beneficiosos y de calidad, que te protejan de influencias negativas. Para empezar, has de tomar consciencia de cómo piensas y reconocer que eres tú la que crea tus pensamientos (buenos y malos). También tienes que aprender a reconocer que estos últimos no responden a la lógica, al sentido común ni a la auténtica realidad de las cosas, sino que son percepciones erróneas, exageraciones o fantasías que te perjudican totalmente.
¿Cómo te afecta pensar mal?
Mientras los pensamientos positivos son capaces de fortalecer tu sistema inmunitario, los negativos lo debilitan considerablemente volviéndolo vulnerable hasta el punto de poder lesionar neuronas de la memoria y el aprendizaje. También pueden afectar a tu capacidad intelectual, pues deja sin riego sanguíneo las zonas del cerebro necesarias para tomar decisiones correctas.
5 pautas que te ayudarán a pensar en positivo
1. No critiques
Niégate durante un mes, con todas tus fuerzas, a participar en conversaciones que critiquen algo o a alguien, sobre todo si la persona criticada no está delante.
2. Di adiós a las quejas
En lugar de quejarte gratuitamente, cada mañana enumera un total de 10 cosas por las que debes estar agradecida/o (tener un techo donde vivir, alguien en quien confiar…).
3. Piensa en positivo
Coge un bolígrafo y un papel y siéntate dispuesta/o a escribir a menudo afirmaciones en presente y primera persona del singular, del estilo de «puedo hacer x cosa» u «hoy voy a tener un día estupendo».
4. Si viene a ti un pensamiento negativo, páralo
Sé consciente de cuando estás empezando a pensar de manera negativa y piensa en otra cosa o distráete con una actividad que te plazca. No dejes que la negatividad se apodere de ti ni un instante.
5. Nutre tu mente de historias positivas
¿Te gusta leer? Deja a un lado la ficción, el drama o el romance y opta por comenzar libros con mensajes positivos y estimulantes como, por ejemplo, Viaje al optimismo de Eduard Punset. Y si lo que te gusta es el cine, ve películas como Amelie, Intocable, En busca de la felicidad, La vida es bella, Cadena perpetua… será por películas optimistas.
¿Qué ganarás?
Siguiendo estas pautas te sentirás mejor contigo y con las personas que te rodean. Tendrás más energía y un sistema nervioso y digestivo más fuerte, reduciendo las posibilidades de sufrir tensiones musculares, problemas cardiovasculares y otros tantos problemas de salud.
Qué grande! creo que el deporte nacional de este país es criticar….
Totalmente de acuerdo contigo, Irene. Los pensamientos negativos hay que desecharlos porque no es algo que nos venga de serie, nosotros los generamos y nosotros podemos acabar con ellos. Pensar en positivo no es sencillo para una persona que se obceca en su negatividad, es un ejercicio extenuante pero funciona si quieres salir de tu espiral. En esto de los pensamientos, funciona a la perfección el dicho, si quieres, puedes.