Nutricionalmente hablando existen muchísimas leyendas, bulos o falsas ideas que sobreviven a pesar de ser desmentidos una y otra vez por los expertos. A continuación 10 de ellos:
1. “Los edulcorantes producen cáncer”.
Rigurosos estudios han confirmado que los edulcorantes acalóricos – sustitutos del azúcar, pero sin apenas calorías – son totalmente seguros. La máxima autoridad en alimentación en Europa, ha revisado el edulcorante de moda, el aspartamo, y su conclusión es que no despierta preocupación en cuanto a su toxicidad. En cambio, no ha podido mostrarse que aporten ningún beneficio en cuanto a control de peso.
2. “Una copa de vino es cardiosaludable”.
Lo desmiente incluso la Asociación Americana del Corazón. Como el alcohol está implicado en 130 enfermedades distintas, el mensaje unánime de las sociedades sanitarias es que cuanto menos se tome, mejor.
3. “La leche provoca mucosidades”
La revista “Journal of the American College of Nutrition” evaluó este mito concluyendo que no tiene base científica alguna. Los organismos de referencia recomiendan tomar de dos a cuatro raciones de lácteos al día.
4. “Los frutos secos engordan”.
La Federación Española de Sociedades de Nutrición y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad dice que: “La adición de frutos secos en la dieta habitual no se asocia al aumento de peso”. Su contenido en fibra compensa su aporte calórico. Por tanto, podemos tomar frutos secos a diario; pero que no sean salados, así evitaremos los riesgos asociados al consumo excesivo de sodio.
5. “Tomar fruta de postre no es sano”.
Se ha llegado a decir que comer fruta tras las comidas genera dolencias varias y que engorda. Esto es totalmente falso. La fruta siempre saludable y hay que tomar como mínimo tres raciones al día, entendiendo por ración una pieza mediana o 4 o 5 de las pequeñas como el níspero.
6. “Es mejor no comer pan, engorda”.
Otro mito falso; el pan no engorda, de hecho, tomarlo a diario previene el sobrepeso. No obstante, se recomienda elegirlo integral y sin sal.
7. “Ante una diarrea, lo mejor es comer arroz”.
Limitarse a ingerir arroz hervido y manzanas no cura la gastroenteritis. Al revés, esta dieta carece de los nutrientes necesarios para reparar el tejido intestinal, de manera que se debe comer de forma variada para recuperarse cuanto antes.
8. “La soja es mala”.
Tomarla de forma razonable es, de hecho, beneficioso para la salud. Es ideal cocinarla en la olla exprés con las hortalizas que se desee, o añadirla germinada a las ensaladas.
9. “Tomar huevos sube el colesterol”.
Si bien es cierto que el huevo es uno de los alimentos con mayor cantidad de colesterol, contiene sustancias que bloquean la entrada de buena parte de este en el organismo, por lo que no pasa absolutamente nada por tomar entre 2 y 3 huevos por semana aun teniendo colesterol alto.
10. “No tomo sal porque cocino sin ella”.
Solo un pequeño porcentaje de la sal consumida proviene de la que añadimos al cocinar. La mayoría lo hace de alimentos procesados que ingerimos como embutidos, quesos o platos preparados.
¡Qué interesantes consejos! Me guardo los del vino, la fruta y los huevos, porque yo estaba convencido de lo contrario. ¡Un saludo!
Interesante tema!. Es bueno tener conocimiento sobre esto y desmentir estos y mucho más mitos que mucha gente alrededor del mundo usa, como también evita para según ellos sanarse de algo, pero es bueno conocer estos temas para bien de nuestra salud.
Muy buen artículo iRe, muchísimas gracias por los datos.
Pues de toda la vida me habian dicho que una copa de vino era seludable incluso para la digestion…
Que alegría lo de los frutos secos, porque vamos, a mi que no me quiten mis pipas! xD
Lo del arroz yo lo sospechaba… esas madres que te alimentan a base de arroz en blanco cuando estas mala, y tu ahí muerta del hambre y sin fuerzas para moverte jaja
Pues me dejas «tocado» en alguno:
Lo de los edulcorantes lo tenía más o menos claro, así como lo del vino (me parecía más una propaganda del sector vinícola que una «realidad»). Lo del pan me lo dijeron también no hace mucho, y eso que no soy mucho de pan. Pero lo del huevo…
El problema de la soja, tal y como lo tengo entendido, no es tanto por su consumo, sino por la calidad del mismo (la alta producción de soja ha obligado al sector a cultivar soja transgénica, de la que no me fío un pelo). Aunque ya, ¿acaso hay algo hoy en día que no sea transgénico?
Y por último (qué pesadito), lo de los frutos secos. El médico me los tiene muy controlados, pero no por el peso sino por el tema de los riñones (y concretamente, los cacahuetes). Y precisamente por lo que apuntas: el alto contenido en sodio.
Una entrada muy interesante. Comparto y me la llevo a divo.
El asunto del huevo, los frutos secos, la fruta y el pan lo escucho a diario.