¡Aprende a relajarte allá donde estés!

relaxParece que fue ayer pero desde el mes de febrero no actualizo la categoría Salud mental, donde más de una vez he mencionado esa reacción normal del cuerpo a las tensiones emocionales llamada estrés. Probablemente a estas alturas ya sepas que si se vuelve recurrente en tu vida, puede dañar seriamente tu salud mental y física. Es por eso que hoy me he propuesto enseñarte las claves para relajarte estés donde estés, siempre que lo necesites.

El poder de «darse un respiro»

No hay duda del valor de la sabiduría popular. La frase «darse un respiro» precisamente habla de la respiración pausada, una de las principales claves de la relajación. Y es que el estrés te hace consumir más oxígeno, acelerar tu corazón, aumentar la presión sanguínea y los niveles de azúcar en la sangre… vamos, que tu organismo en su totalidad se encuentra en alerta máxima en este estado.

Al contrario, cuando estás relajado/a tu sistema cardiovascular funciona de maravilla (¡incluso heridas y cortes son capaces de curarse más rápidamente!), así como tu facilidad de ser creativo/a y productivo/a. Y sin más dilación, allá va la técnica:

vela relajación1. Dirígete a un lugar tranquilo, sin excesivos ruidos, en un momento en que nadie te pueda interrumpir.

2. Encuentra una posición cómoda. Eso sí, ¡no te acuestes! Relajarte no es sinónimo de dormir.

3. Centra tu atención en un punto, por ejemplo, la llama de una vela. Segundos después, cierra los ojos.

4. Repite una frase positiva como puede ser «hoy va a ser un buen día» o «estoy en paz».

5. Bloquea los ruidos del exterior. Tras escucharlos, deshazte de ellos poco a poco.

6. Respira pausadamente. Inhala y exhala siendo consciente de tu respiración, sintiendo incluso los latidos de tu corazón.

7. Toma conciencia de cada una de las partes de tu cuerpo de abajo a arriba: los dedos de los pies, los talones, las piernas…

8. ¡Y no olvides visualizar! Imagina colores, paisajes (estrellas, el mar…), tu futuro…

9. Si eres creyente, aprovecha la ocasión para realizar una oración. De lo contrario, continúa visualizando hasta alcanzar la paz.

10. Finalmente, abre lentamente los ojos sin dejar de respirar con calma.

¿Cómo te encuentras ahora? ¿Mejor, verdad? Para la próxima, acompaña la sesión de relajación con un CD de música tranquila o sonidos de la naturaleza.

10 Comentarios
  1. julio 17, 2014
  2. julio 17, 2014
  3. julio 17, 2014
  4. julio 17, 2014
  5. julio 18, 2014
  6. julio 18, 2014
  7. julio 18, 2014
  8. julio 18, 2014
  9. julio 18, 2014
  10. julio 18, 2014

Responder a Javier Ronero Matos Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *